Aproximadamente un tercio de la población experimenta alteraciones intestinales asociadas al estreñimiento, siendo en la mayoría de los casos problemas que pueden tener solución modificando la alimentación o simplemente estilos de vida y costumbres cotidianas. El estreñimiento crónico conlleva una serie de efectos mantenidos en el tiempo como el hinchazón abdominal, gases, hemorroides, sangrados… que acaban alterando el estado de nuestro suelo pélvico.
¿Qué es el Estreñimiento?
Se suele hablar de estreñimiento cuando las deposiciones de heces son inferiores a tres veces por semana. No obstante, también se asocia a una defecación con importantes molestias, dificultades para expulsarlas por su dureza o tener la sensación de no haber vaciado correctamente. Es importante destacar, por su gran relevancia con el suelo pélvico, que el embarazo y la menopausia son dos factores claves asociados al estreñimiento.
Además, el estreñimiento puede presentar a su vez: hinchazón abdominal, falta de apetito, gases, cansacio, dolor de cabeza, sangrado…
Se considera estreñimiento crónico cuando este permanece en el tiempo más de 6 meses, lo que provoco de manera importante un debilitamiento de la musculatura del suelo pélvico.
Efectos del Estreñimiento sobre el Suelo Pélvico
Si analizamos la anatomía genital femenina, el recto y la vagina está adyacentes. Esto hace que cuando el recto está lleno de heces, se apoye sobre la vagina, haciendo que esta tenga que soportar un peso añadido, sobre todo si las heces se acumulan o tiene una dureza mayor de lo normal, lo que puede conllevar a incontinencias urinarias, prolapsos, sangrados, dolores pélvicos…
El recto es la parte del colon más próxima al ano y posee propiedades elásticas para acumular el almacenamiento temporal de las heces. Si se acumulan demasiadas heces, estas paredes se estiran demasiado y esto mantenido en el tiempo genera que estas paredes pierdan la capacidad de contraerse. Por eso, es muy importante ir al baño a evacuar cuando sentimos la necesidad, sin posponer el momento.
Si nos aguantamos las ganas de ir al baño, se inhibi el reflejo defecatorio y las heces se siguen acumulando, estirando las paredes del recto y aportando mayor peso a la musculatura del suelo pélvico, haciendo que se debilite.
Causas y fasctores de riesgo del estreñimiento crónico
Los factores que puede alterar el transito intestinal pueden ser varios: enfermedades, estrés, intolerancias, estrés, medicamentos, hábitos nutricionales… Lo importante de esto es que la mayoría de estos factores, se pueden modificar tomando las medidas oportunas.
El postparto o las cirugías abdominales tambíen se relaciones con la aparición del estreñimiento. En definitiva y de manera esquemática, podemos resumir las causas del Estreñimiento en las siguientes:
- Dieta y estilo de vida
- Medicamentos, cirugías y enfermedades relaciones
- Factores Psicológicos y emocionales
Claves para combatir el Estreñimiento
Lo primero que se debe observar ante un estreñimiento crónico es la alimentación, puesto que una buena alimentación es la mejor manera de combatir el estreñimiento.
Aquí aportamos 6 claves básicas para tu Estreñimiento:
Beber más agua
Es recomendable beber al día unos 1,5 litros de agua al día. No obstante, se ha demostrado que la ingesta de líquido para cada persona es diferente y que depente también de la actividad física que realice y la alimentación que lleve a cabo. Fijarse en el color de la orina es buena pista para saber tu nivel de hidratación: cuanto más clarita sea, más hidratada estás mientras, que cuanto más oscura sea, peor será tu hidratación.
Tomar más alimentos ricos en fibra
Las grasas y los azúcares dificultan el buen funcionamiento del intestino y las deposicioines. Por el contrario, los alimentos ricos en fibras como los cereales, frutas y verduras hacen que aumente el volumen y la hidratación de nuestras heces.
Ser activos y practicar ejercicio
La práctica de actividad física aeróbica durante media hora seguida o más, ayuda a movilizar y activar el transito intestinal. La realización de ejercicios abdominales «correctos» y respiraciones abdominales, también contribuyen a equilibrar las presiones abdominales y por tanto, intestinales.
Laxantes*
Cuando el estreñimiento es muy extremo, se suelen recurrir a laxantes que son muy irritativos para la flora intestinal. Por eso, se suele recomendar tomar de manera diaria la ingesta de «laxantes naturales», es decir, suplementos alimenticios naturales que tras su ingesta día a día ayuden a no llegar a ciertos extremos en los que haya que recurrir a los laxantes clásivos como los enemas. Las semillas de lino y de chía así como las infusiones son un buen truco para ayudarte.
Adquirir buenos hábitos
Debes intentar entrenar tu cuerpo para que la defecación sea un acto rutinaria y se produzca más o menos a la misma hora siempre. Por las mañanas antes de salir de casa sería un momento perfecto para empezar el día evacuado y sin presioines extras sobre el suelo pélvico. No obstante, nunca hay que forzar la salida de las heces, siempre hay que escuhar al cuerpo y responder al deseo de la defecación.
Defecar correctamente
Para una buena defecación, debes alcanzar una flexión de cadera mayor de 90º, echando la espalda hacia delante, relajando la musculatura anal y dejar que el aire salga por la boca sin hacer fuerza para que las heces salgan. Si «gritas» o hablas mientras dejas que el aire salga, aumentará la presión sobre el abdomen y el suelo pélvico de manera indirecta y menos agresiva. Una caja de zapatos o un escalón bajo los pies, facilitan esta postura. Con esto queremos evitar los esfuerzos en apnea (aguantado la respiración) que son tan perjudiciales para el suelo pélvico.
Papel de la Fisioterapia en el tratamiento del estreñimiento crónico
El papel del Fisioterapeuta ante un paciente con estreñimiento crónico, siempre consistirá en realiar una buena valoración y exploración para dar siempre un enfoque individualizado para cada caso. Las técnicas de fortalecimiento del suelo pélvico, así como el entrenamiento de la musculatura abdominal y ténicas de relajación serán claves, no obstante, seguro que será necesario la ayuda de otras disciplinas complementarias como es la nutrición.
Conclusiones
En definitiva, no existe ningún tipo de contraindicación en recurrir a la Fisioterapia como terapia alternativa o coadyugante a otras terapias para el tratamiento del estreñimiento, de hecho cuantas más opciones se barajen y mayores puntos de vista se tengan al respecto mejor.
No hay un tiempo estipulado en ver resultados con el tratamiento de la Fisioterapia, pero sí que es cierto que lo más importante será llevar a cabo un conjunto de prioridades que consistan en adquirir un estilo de vida saludable, cambiando los hábitos necesarios junto a una dieta equilibrada y actividad física.
No obstante, cada persona es un mundo y no todas las personas responden igual a los mismos tratamiento ni terapias. Por eso, siempre será una buena opción ir a ver a tu Fisioterapeuta de Suelo Pélvico para que valore tu estreñimiento crónico y pueda ayudarte tanto con un tratamiento personalizado, como deribarte a otros profesionales