Durante el embarazo, al igual que a lo largo de nuestra vida, el cuerpo y el suelo pélvico de las mujeres va a sufrir una serie de cambios y modificaciones a las que tiene que adaptarse. El suelo pélvico de la mujer tiene que soportar todos los cambios físicos que se van a ir dando mientras se desarrolla el embarazo en cada trimestre, sin embargo, a veces este no tolera bien todos esos cambios y pueden aparecer las pérdidas urinarias.  De ahí la importancia de revisar todas esas adaptaciones y cambios de la mano del fisioterapeuta y así poder mejorar el suelo pélvico.

Causas que pueden llegar a producir pérdidas de orina durante el embarazo

Entre esos factores que pueden alterar la estabilidad del suelo pélvico y pueden ser responsables de que aparezcan las perdidas de orina, destacan la edad, el numero de embarazos o partos, peso adquirido, ejercicios mal controlados etc. Vamos a desarrollarlos uno por uno.

La edad en la que te has quedado embarazada

El estado del suelo pélvico no será igual dependiendo de la edad en la que se de el embarazo. Debemos tener en cuenta diferentes componentes de nuestro tejido, colágeno, agua, componente hormonal etc. A lo largo de los años nuestro suelo pélvico pierde propiedades y pueden aparecer con mayor facilidad las perdidas urinarias si no se trabaja correctamente con ejercicios para las pérdidas de orina.

Antecedentes familiares

También va a influir nuestra genética, si nuestros familiares han padecido problemas de suelo pélvico como la incontinencia urinaria, prolapsos etc, es vital revisar como fortalecer y trabajar ese suelo pélvico.

Tener sobrepeso antes del embarazo

El aumento de peso también va a ser un factor importante a la hora de sufrir perdidas de orina en el embarazo. Nuestro abdomen y pelvis tiene que estar preparada para soportar el peso del crecimiento del bebé, bolsa, liquido, placenta y nuestro propio peso corporal. Si este peso es excesivo, de base, es mas probable que nuestro suelo pélvico sea débil y tolere peor todo ese aumento propio del crecimiento del bebé, debilitando los musculos pélvicos.

Aumentar excesivamente de peso durante el embarazo

Como hemos mencionado anteriormente, si el peso corporal aumenta en exceso, será más difícil que los musculos pélvicos y esfínteres del suelo pélvico sean capaces de contener y controlar la orina, por ese aumento de presión sobre el suelo pélvico de las mujeres.

Ser primeriza

Durante los primeros embarazos, hay que llevar un especial control en la actividad física que se realiza, se ha demostrado que el ejercicio es beneficioso a lo largo de todo el embarazo, y cada vez mas madres entrenan y realizan ejercicio físico de intensidad durante el embarazo. Sin embargo si esos gestos deportivos no están bien revisados, nuestro suelo pélvico puede verse debilitado y aparecer las primeras perdidas de orina.

Tener un embarazo de gemelos

Como hemos comentado antes, el aumento del peso, y el aumento de presión disminuirá el volumen de liquido que es capaz de mantenerse dentro de la vejiga, cuando el embarazo es doble, el peso se ve duplicado y aumenta la probabilidad de padecer perdidas de orina y necesitar de realizar un fortalecimiento de suelo pélvico.

Mantener un peso adecuado

Llevando un buen control entre la alimentación, el agua y el ejercicio físico, el peso se encontrará bien regulado y tendremos menores probabilidades de padecer perdidas de orina sin dañar nuestro suelo pélvico.

No aguantar las ganas de orinar

Es importante ir al baño una vez que se sienten las ganas, aproximadamente cada hora y media o dos horas, en el embarazo es mas frecuente acudir al baño, normalmente cada media hora o cuarenta minutos, porque la vejiga tiene menos capacidad para llenarse, es importante no retrasar esas ganas de ir al baño, ya que cuando la vejiga alcanza su tope, la musculatura se contraerá mandando la orden de ir al baño y si el volumen de liquido es muy grande, será mas difícil para nuestra musculatura del suelo pélvico contenerlo.

Cuidar la higiene corporal, en especial, de la zona íntima

Hay que mantener una buena higiene, lavar nuestros genitales con agua, sin abusar de utilizar jabones específicos que pueden alterar el ph de nuestra vagina.

Mantener una dieta equilibrada

Una alimentación regulada entre vegetales, agua, comidas poco ricas en grasa etc, nos harán ir con regularidad al baño y no padecer de estreñimiento o aumentar excesivamente nuestro peso corporal.

Ejercicios que permita fortalecer tus músculos del suelo pélvico : Ejercicios de Kegel

Es de vital importancia valorar el suelo pélvico para ver que tipos de ejercicios para fortalecer el suelo pélvico son mas beneficiosos en cada uno de los casos. Existen los llamados ejercicios Kegel de contracción, pero no son ejercicios que se puedan realizar de cualquier manera,  los cuales estarán indicados en casos que se necesite fortalecer el suelo pélvico, pero hay que llevar especial cuidado en suelos pélvicos muy tensos o dolorosos, ahí pueden ser contraproducentes y producir su efecto contrario y dañar o debilitar aún más el suelo pélvico. Lo mejor para saber que ejercicios son los correctos es hacer una valoración previa.

Qué es y qué función tiene el suelo pélvico

Cada vez es más común que las personas se pregunten eso del suelo pélvico que es, pues aquí lo explicamos brevemente: El suelo pélvico está presente tanto en las mujeres, como en los hombre y los niños.   Es un conjunto de musculos, ligamentos y fascias, situados en la pelvis, responsable de dar el cierre a la cavidad y la contención de las vísceras (utero, vejiga, recto), además de encargarse de la función reproductora y sexual entre otras.

¿Cuándo debo comenzar con los ejercicios para fortalecer mi suelo pélvico? ¿Con qué frecuencia los hago?

Siempre recomendamos, valorar a partir del primer trimestre de embarazo, el estado de ese suelo pélvico, para ver que tipos de ejercicios de suelo pélvico, para fortalecimiento, o controlar la incontinencia, son mas beneficios y pautar la frecuencia, numero de repeticiones  y el inicio de estos. No es recomendable seguir unas pautas generalizadas. No hay dos suelos pélvicos iguales. Hay que conocer que necesita el suelo pélvico de cada mujer o el suelo pélvico de cada hombre.

Beneficios de realizar ejercicios para fortalecer tu suelo pélvico

La realización de estos ejercicios va a producir una serie de cambios y beneficios en nuestro suelo pélvico los cuales desarrollamos a continuación.

Mejor control de la vejiga

Controlaremos y disminuiremos la aparición de perdidas de orina, tendremos mejores hábitos a la hora de ir al baño, es importante no aguantar las ganas de orinar, ni hacer el pipi stop (cortar el chorrito), mientras se orina.

Fortalecer el soporte de los órganos pélvicos

Cuando se hacen ejercicios para fortalecer el suelo pélvico, prevendremos la aparición de los prolapsos (descenso de los órganos), tanto de la vejiga, útero como recto. Y disminuirán sensaciones de pesadez o molestias dentro de la vagina.

Menor riesgo de incontinencia fecal

Un suelo pélvico que no está tenso, que elastifica bien, en el proceso del parto, tendrá menos probabilidad de tener un desagarro o de necesitar técnicas como la episiotomía o fórceps que luego necesitarán de puntos de sutura y creación de una cicatriz. Estas técnicas pueden dañar el esfínter anal y producir la perdida de heces o la incontinencia de gases.

Resumen

En resumen, lo principal es para prevenir y conocer el estado de nuestro suelo pélvico, acudir a una valoración específica de la mano del fisioterapeuta especialista. Seguir unos hábitos de vida saludables, de la mano de la alimentación, agua, ejercicio físico etc. No exceder el tiempo de retener la orina, o hacer de vientre, dado que el estreñimiento es uno de los principales factores que debilitará nuestro suelo pélvico. Trabajar con ejercicios específicos para fortalecer el suelo pélvico que nuestro fisioterapeuta nos haya explicado e individualizado, porque cada cuerpo es único, cada tratamiento también.

Si necesitas más información o hay algún tema del que quieras saber mas no dudes en hacernos llegar tus preguntas o contactar con nosotros. En Clínica Santa Isabel, cuidamos de ti.